Domingos de mayo. Punto de encuentro, 11:30. Previa recogida de entrada gratuita en taquilla desde una hora antes del inicio. Aforo: 24 plazas
Exhibit of the Month
Sala 15, vitrina 5
En la Antigüedad, los huevos de avestruz fueron especialmente frecuentes en yacimientos fenicio-púnicos y en algunos contextos ibéricos con influencia de estas culturas. En la península Ibérica e Islas Baleares existe un importante número de ejemplares hallados en contextos funerarios, donde destacan las necrópolis de Villaricos (Almería) y del Puig des Molins (Ibiza). Aún no se comprende totalmente su significado simbólico pero en las tumbas se asocian a la idea de resurrección, reencarnación o el principio vital.
La pieza del mes de mayo es una cáscara de huevo de avestruz profusamente decorada con pintura roja siguiendo motivos vegetales y geométricos. Procede de la necrópolis de Villaricos, que fue excavada a finales del siglo XIX bajo la dirección de Luis Siret y reestudiada a mediados del siglo XX por Miriam Astruc. Las tumbas de la necrópolis se dataron entre los siglos VI y IV a.C.
El avestruz habita actualmente diversas regiones de África, si bien en la Antigüedad existía una subespecie propia de Oriente Próximo. Por ello, esta pieza refleja perfectamente la esencia de este ciclo ya que las cáscaras de huevos de avestruz fueron elementos de prestigio en la cultura fenicio-púnica al tratarse en teoría de objetos de importación (aunque posiblemente éste fuera manufacturado en Villaricos) que, además, requerían de un cuidadoso trabajo de preparación previa.