Recuperación de la identidad femenina perdida

Momia femenina egipcia

Esta momia pertenece a una mujer de unos 25 años y está fechada entre la XXIII y la XXVI Dinastías (730-650 a.C.). Procede de la colección privada de un diplomático español y fue comprada por el Museo a finales del siglo XIX. En aquella época, se determinó que correspondía a un hombre, en concreto a un sacerdote, conclusión lógica si tenemos en cuenta las opiniones que los arqueólogos decimonónicos tenían sobre la mujer en la Antigüedad.

Su examen externo no permite concretar su sexo o edad, dado que no se exterioriza ninguna parte de su anatomía al estar completamente vendada. Además, y quizá para hacer más atractiva su venta o su exhibición, se asoció con cinco cartonajes funerarios policromados que se fechan en época más reciente y que no están relacionados directamente con ella.

Sin embargo, el estudio radiológico ha permitido saber no sólo que era una mujer joven de constitución débil y enfermiza, sino también que portaba en su viaje al Más Allá algunos objetos o amuletos de valor, por ejemplo un objeto en forma de serpiente, posiblemente un anillo o amuleto. Gracias a la existencia del proceso de momificación en el Egipto faraónico y a las técnicas de análisis modernas se le ha podido devolver su verdadera identidad.