La moneda es la forma de dinero que más se ha utilizado en el mundo debido a su fácil manejo y versatilidad. Es también un documento capaz de trasmitirnos información sobre ella misma y, por tanto, imprescindible para conocer nuestra historia. Efectivamente, la moneda nos permite averiguar cuál es su valor, la autoridad que la emite, el momento en que lo hace y la ceca o fábrica donde se acuña.
Un buen ejemplo es el Real de a ocho. En el anverso de un Real de a ocho de Carlos III aparece la efigie del rey que ordenó su acuñación. Está rodeada de una leyenda en la que figura su nombre (Carolus) y el año en que fue acuñada (1780). En el reverso, aparece su valor, ocho reales, indicado con un número 8 y una R, y la ceca, el lugar en el que fue acuñada, México, cuya marca es una letra M mayúscula con una letra O en la parte superior.
También las monedas actuales aportan informaciones similares. Por ejemplo, analizando una moneda de un Euro sabemos que fue emitida por el rey Juan Carlos I, cuya efigie aparece en la parte central del anverso. En el centro de la moneda, está la marca de la ceca, Madrid, una letra M mayúscula con una corona en la parte superior. En la parte inferior, aparece la fecha de emisión, el año 2001. Más a su derecha, el reverso está ocupado casi en su totalidad por el valor de la moneda, en este caso, un número 1 a la izquierda, y la palabra Euro a la derecha, grabada sobre un mapa de Europa.