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Cipo funerario. Los musulmanes ante la muerte

Cipo funerario Pulse para ampliar Cipo funerario. Sala 23

Edad Media: Al-Ándalus

Los musulmanes solían marcar la posición de las tumbas en los cementerios andalusíes situados a las afueras de las ciudades, con distintos tipos de monumentos conmemorativos, a pesar de que el Islam promueve la igualdad de todos los musulmanes ante la muerte y buena parte de las tumbas no se señalizaba. A los cementerios, acudían familiares y amigos para visitarlas. Las tumbas más modestas se marcaban con una o varias piedras toscas sin labrar. En caso de que el difunto tuviera una mejor posición, la tumba se señalizaba con un cipo, una lápida o con una estela.

Cipos como éste, en forma de fuste cilíndrico, son ejemplos de cómo se identificaban las tumbas de personas con mayor nivel social y económico. Pero lo que hace que este cipo sea especial son las dos inscripciones que se pueden identificar fácilmente. Por ellas, sabemos que perteneció primero a un musulmán y que después fue reutilizado por un judío. La inscripción principal, situada en su frente en líneas horizontales y en caracteres cúficos sobre un fondo rehundido, característico de Toledo, ofrece información sobre el difunto al que está dedicado. Se trata de un personaje importante, el visir Abu Omar, hijo de Musa. Junto a dos suras del Corán figura también en la inscripción la fecha de su muerte (1071). La inscripción hebrea, situada en la parte posterior y grabada en sentido vertical, no aporta muchos datos, tan solo menciona a Meir, hijo de Yahuda.

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