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Tumba de un varón guerrero. Enterramientos individuales

Enterramiento campaniforme Pulse para ampliar Enterramiento campaniforme. Sala 8, vitrina 8.4

Prehistoria: Edad del Bronce (2.200-850 a.C)

En las poblaciones de la Edad del Bronce destacan por primera vez determinados individuos. Son los jóvenes jefes guerreros. Se les reconoce por el uso exclusivo de determinados objetos de lujo y armas. Lujosas cerámicas campaniformes, brazales de arquero para amortiguar el impacto de la cuerda en el tiro con arco, puntas de flecha y puñales de cobre, el nuevo metal que otorga prestigio, son sus signos de identidad y con ellos se enterraron en tumbas individuales, o individualmente en tumbas colectivas. Enterramientos con estos ajuares aparecen en un amplio espacio europeo y peninsular, lo que evidencia relaciones entre las élites de distintas poblaciones.

En la Península, la sepultura de un joven guerrero en Fuente Olmedo (Valladolid) constituye un buen ejemplo de tumba de época campaniforme. Fue enterrado en una fosa recubierta por un túmulo de piedras visible en todo el entorno y acompañado por uno de los ajuares campaniformes más ricos de Europa occidental, compuesto por un brazal de arquero, el juego de cerámicas campaniformes (vaso, cuenco y cazuela) y un conjunto de armamento en el que destacan los elementos metálicos, que, junto a una sencilla cinta de oro que le servía de diadema, constituirían poderosos símbolos de estatus.

Estos enterramientos denotan una ideología del poder vinculada a la posesión de armas y a la celebración de determinados rituales funerarios o conmemorativos, donde se consumían colectivamente bebidas alcohólicas como la cerveza, en los mencionados vasos campaniformes. Esta cerámica campaniforme, ligada a las clases dirigentes, también está asociada, por tanto, al surgimiento de las primeras formas de desigualdad.

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