Colección Salamanca. Cultura griega (Sala 36, Vitrina 28)
Esta pieza tiene una curiosa historia de restauración, con diversas intervenciones a lo largo del tiempo.
Algunos fragmentos presentan perforaciones correspondientes a un lañado de época griega en la escena que representa a la diosa Atenea armada. En el siglo XIX se utilizaron estos fragmentos y partes de otros vasos para reconstruir la pieza que ahora podemos ver, como demuestran las radiografías. En ellas se puede distinguir distinguir el ánfora principal, con la imagen de la diosa, el cuello y las asas; la base de una segunda ánfora; el pie de una tercera, y la otra cara totalmente construida con recortes de cerámica unidos con cola y pintados, en la que el restaurador representó un combate de hoplitas.
La escena era tan inusual en estos vasos –en los juegos panatenaicos luchaban atletas desnudos- que fue publicada por varios estudiosos como algo excepcional. Podemos datar esta intervención en 1845, en que fue publicada por Gargiulo, famoso restaurador del Museo de Nápoles.
En los años 1970-80 se eliminaron los repintes que ocultaban las fracturas pero, afortunadamente, se respetó la falsificación decimonónica, uno de los pocos ejemplos de los criterios y las técnicas de restauración de la época.