Género y otredad

Planta 2, Sala 36, Vitrina 36.5. Cratera del Pintor de Christie

Si la mujer se percibe como un ‘otro’ respecto al ideal masculino griego, la otredad más marcada es representada por la figura de las amazonas. Las amazonas no son sólo mujeres: son guerreras, son extranjeras provenientes de Oriente, y rechazan vivir sometidas al dominio masculino. Representan todo lo opuesto al ciudadano griego y su concepción del rol femenino. No son sin embargo un enemigo ridiculizado: las amazonas se presentan siempre como formidables adversarias, enfrentándose en el mito con algunos de los héroes más importantes, como Heracles, Aquiles o Teseo. No obstante, son invariablemente derrotadas: el enemigo se hace a medida del ideal griego, pero su derrota es necesaria para la afirmación de dominancia del ideal masculino y ciudadano.

En la construcción del género de las amazonas se entrecruzan lo masculino y lo femenino. La representación de su cuerpo y facciones es nítidamente femenina: no se aprecia ninguna masculinización de sus rasgos físicos y, pese a la creencia popular, son representadas con ambos pechos. Sin embargo, frente a la actitud pasiva y dócil de mujeres y efebos, objeto de deseo y dominación del ciudadano, ellas son seres activos, masculinos, peligrosos. Pero ni siquiera su masculinidad está exenta de ambigüedades. Las amazonas, por ejemplo, se ocupan de la actividad masculina por excelencia, la guerra, así como de otras actividades asociadas al hombre, como la caza, pero no aparecen nunca practicando otra actividad tradicionalmente masculina en Grecia, el deporte. Las amazonas son un referente de construcción de género compleja y ambigua, en la que la mezcla de lo femenino y lo masculino resulta a la vez fascinante y temible.

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