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Espacios para la diversidad sexual femenina

Planta 2, Sala 36, Vitrina 36.11. Copa del Pintor de Oltos
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La sexualidad femenina, como casi todo lo relativo a la mujer en la cultura griega, estaba en principio sometida al varón, y ocupa un lugar muy reducido en las fuentes. La norma social establecía que la ciudadana libre no casada debía ser casta, la casada solo debía tener relaciones con su marido, y la esclava debía poner su cuerpo a disposición de sus dueños. Las referencias al homoerotismo femenino, fuera de los ejemplos en el mito y la poesía que veremos más adelante, son extremadamente escasas, y generalmente despectivas. Sin embargo, en algunos contextos concretos, ciertas mujeres podían operar más allá de estos estrechos márgenes.

En esta copa se representan dos heteras, es decir, cortesanas o prostitutas de lujo, participando en un banquete. Las heteras solían ser mujeres de origen extranjero, y por tanto algo menos sujetas a normas y convenciones que las mujeres libres y ciudadanas. Recibían además un notable nivel de educación en ámbitos como música y lectura, podían acompañar a hombres en el simposio en un ambiente erotizado y algunas llegaron a elegir a sus amantes y alcanzaron gran relevancia social. Aspasia, por ejemplo, maestra de retórica y compañera de Pericles o de Phrine, modelo de la célebre Afrodita de Cnido de Praxíteles, fue descrita por algunos autores como hetera.

Dado este particular estatus, y su presencia en el espacio del banquete, las imágenes de las heteras pueden ser a veces una de las escasas ventanas al erotismo entre mujeres en la iconografía. En el caso concreto de esta copa, varios elementos iconográficos nos muestran una intención de representación erótica. Además de estar ambas mujeres desnudas, una de ellas dispone su pie en la entrepierna de la otra, al tiempo que le ofrece vino. Ambos gestos son utilizados en otros contextos para indicar relaciones eróticas, por lo que el erotismo de esta imagen queda así, claramente codificado. La inscripción que acompaña la escena “bebe tú también” hace también alusión a este espacio erotizado.

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