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Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha

Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha Pulse para ampliar Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha. Sala 27, vitrina 27.3

Inicios de la escultura románica

Este crucifijo de marfil muestra la primera representación escultórica de un Crucificado en los reinos cristianos y, por su excelente factura, es una de las más importantes creaciones de estilo románico. Es también una cruz-relicario excepcional, posee un receptáculo para el lignum crucis en la espalda de Cristo, y podía llevarse en procesión o ser expuesta hincando el apéndice en un soporte. Su programa iconográfico se centra en la Crucifixión y Resurrección de Cristo, y en su papel redentor de la humanidad, representada en la figura de Adán que se halla a sus pies. El hieratismo, rigidez y frontalidad de la figura de Cristo crucificado, al igual que sus ojos abiertos y sin señal de sufrimiento, exaltan su naturaleza divina. En el extremo superior se representa a Cristo resucitado y triunfante. También hay una referencia al Juicio Final en la representación de los muertos saliendo de sus tumbas, de los bienaventurados elevándose y de los condenados cayendo. En la parte inferior del anverso de la cruz, pueden leerse los nombres de FERDINANDUS Y SANCIA, los reyes de León que donaron la cruz, en 1063, a la colegiata de San Isidoro de León, donde se celebraron las exequias del monarca.

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