Miércoles, 28 de mayo. Salón de actos, 18:00. Asistencia libre y gratuita
Conférences
Conferencia de Carmen Aranegui Gascó (Universitat de València) y Ricardo Mar Medina (Universitat Rovira i Virgili)
Lixus es una fundación fenicia situada sobre una colina en la desembocadura del río Lucus. Las excavaciones españolas empezaron aquí durante el Protectorado español (1912-1956) bajo la dirección sucesiva de Montalbán y de Tarradell, quedando interrumpidas tras la independencia de Marruecos. A continuación, el técnico francés Michel Ponsich, que había colaborado con Tarradell como dibujante, completó y ordenó la información arquitectónica de la parte NO de la pendiente, hasta mostrarla en una publicación (1971), planteando su personal interpretación como quartier des temples, de cronología comprendida entre las épocas fenicia e islámica, consensuada por la investigación, con pequeñas matizaciones apuntadas por Lenoir y su equipo, sin que se volvieran a realizar excavaciones en extensión en dicho sector.
Tras las gestiones realizadas por Manuel Fernández Miranda (1946-1994) desde el Ministerio de Cultura, en 1995 se retomaron las excavaciones españolas en Lixus bajo la dirección de Carmen Aranegui y Mohamed Habibi, afectando al quartier des temples entre 2005 y 2009, con Hicham Hassini como director adjunto en esta etapa. Así se pusieron de manifiesto las superposiciones arquitectónicas de un conjunto monumental de la ciudad en el que se aprecia una intervención unitaria de época de Augusto que cambia la función precedente, como vamos a mostrar. Las memorias de todas estas excavaciones han sido publicadas en 2001, 2005 y 2010 con la colaboración de un equipo interdisciplinario.
La sede regia objeto de interés ofrece una planimetría unitaria de época augustea, con tipologías propias de las sedes documentadas entre las monarquías clientelares de Roma de la época, con paralelos tanto en el segundo palacio de Herodes el Grande en Jericó, como en las regias de tradición helenística atribuidas a los sucesores de Alejandro, bien estudiadas por Inge Nielsen (1999). El ejemplo de Lixus es extraordinario en primer lugar porque incorpora los templos precedentes anejos al santuario, al modo en que se observa en el Palacio de Augusto en el Palatino. En segundo lugar, porque logra armonizar el paisaje con la arquitectura, con un uso precoz de espacios curvos que refuerzan la jerarquía de su uso y, finalmente, porque deja ver que la proyección de la ideología regia a través de la arquitectura llega hasta el África atlántica. Sólo Juba II pudo llevar a cabo semejante reforma.