Dama de Galera. Pervivencias de una diosa

Sala 11, Vitrina 15

Desde su descubrimiento en 1916 en la tumba 20 de Tútugi (Galera, Granada), la Dama de Galera se ha contado entre las piezas más excepcionales y enigmáticas de la arqueología ibérica. Hablamos de un vaso litúrgico de alabastro, modelado para representar a una diosa entronizada entre dos esfinges, y diseñado para que el líquido que se derramara sobre su cabeza manara a continuación de sus pechos para terminar depositándose en el gran recipiente que sostiene en su regazo. Pero si su iconografía resulta sorprende, más aún lo es su historia. La Dama de Galera apareció en una tumba principesca ibera de la segunda mitad del siglo V a.C., formando parte del ajuar funerario que acompañó a un difunto especialmente importante. Pero todo apunta a que aquella pieza fue fabricada muy lejos de allí, acaso en una ciudad fenicia de uno u otro lado del Mediterráneo, y mucho tiempo atrás, quizás hasta dos o tres siglos antes de su amortización en la tumba. Todo apunta, pues, a que el vaso se transmitió de generación en generación, protagonizando las libaciones que un sinfín de individuos realizaron a lo largo del tiempo en honor de la diosa fecunda representada, hasta que alguien, acaso porque las creencias y los ritos habían terminado por cambiar, decidió enterrarse con él.

Dama de Galera. Pervivencias de una diosa

Directo en Instagram: Lunes, 25 de marzo. 12:00. Instagram