Durante la campaña de excavación de La Bastida de 1944, Eduardo del Val exploró el cercano yacimiento calcolítico de Campico de Lébor. El yacimiento ocupa una terraza aguas abajo junto a la rambla del mismo nombre y había sido descubierto años atrás por Juan Cuadrado Ruiz, quien también asistió a los trabajos de 1944.
En tan sólo cuatro días de mediados de septiembre, se abrieron dos catas que depararon el hallazgo de diversas estructuras excavadas en el suelo, denominadas “hoyos” e interpretadas como fondos de cabaña y silos. Entre los objetos muebles, destacan los útiles de piedra tallada (puntas de flecha, hojas cortantes, dientes de hoz) y pulimentada (hachas, azuelas), siendo escasos los hallazgos cerámicos y la industria ósea.
Los resultados de la excavación fueron publicados por Eduardo del Val varios años después (Eduardo del Val Caturla (1948), “El poblado del Bronce I Mediterráneo del Campico de Lébor, Totana (Murcia)”, Cuadernos de Historia Primitiva, Año III, nº 1, pp. 5-26).
En este catálogo se presentan 48 fondos documentales en los que se recogen vistas generales del yacimiento desde distintas orientaciones, estructuras (hoyos) y aspectos más puntuales de la excavación.