El mayor conjunto de postales del viaje se corresponden a vistas, monumentos y obras de arte de museos de Roma.
Se trata de un total de 265 fondos, muchos de los cuales son un importante documento del urbanismo histórico de la ciudad. Muestran el estado de la misma antes de las profundas transformaciones que supuso la política megalómana de Mussolini con la apertura de grandes vías y la consiguiente destrucción de monumentos de la antigüedad o la desaparición de manzanas enteras de edificios en torno al Vaticano, el Coliseo o el Palatino. Documentan también el estado de excavaciones en curso, como las del Foro y mercados de Trajano
También se muestra el estado de pinturas, esculturas y otros objetos de basílicas, iglesias y museos cuyos fondos posteriormente se han reordenado, como los Museos Vaticanos, Galleria Borghese, Museo Nacional Romano y, Museos Gregorianos. Todo ello junto con los comentarios del diario conforman un interesante documento de la vida en 1930.
Además de las realizadas por el propio Emilio Camps, las postales son de diversos editores y fotógrafos, así como de distintas épocas, pudiéndose datar incluso algunas fotografías a inicios del siglo XX. Entre ellas se cuentan tomas de fotógrafos como D. Anderson, Gigli Mauro, Alinari, E. Chauffonier y editores como SEDA o Foto SAM.