Como es lógico, la mayor parte de las cincuenta y cuatro fotografías que se muestran aquí son vistas de mezquitas y distintas tipologías de minaretes, en los cuales se mezclan las tradiciones otomanas y andalusíes a partir de la llegada de numerosos moriscos a Túnez con su expulsión de la Península Ibérica en el siglo XVII.
Además de un numeroso conjunto de imágenes de la Gran Mezquita de Kairouan, se documentan otras muchas de Túnez como la Zaytouna, Sidi-Mahrez o los minaretes de Yousof-Dey o Hammuda-Bey.
También hay lugar para las mezquitas y minaretes enjabelgados de la isla de Djerba, algunos de aire castrense, o los de ladrillo y adobe del sur del país.
Otro importante grupo de imágenes lo constituyen evocadoras vistas de qoubbas o morabitos, monumentos sepulcrales de santones, con sus armoniosas cúpulas características de la arquitectura funeraria tunecina.
Se mostraron en la sala III de la Exposición Histórico Europea en el llamado segundo cuadro, dedicado a “Mezquitas y minaretes”, de la “Tercera serie, Monumentos y habitaciones árabes”.