El siglo XVI fue una centuria donde las mujeres gobernantes disfrutaron de un protagonismo inusitado. A pesar de cuestionarse su capacidad para gobernar, las necesidades de la sucesión o las continuadas ausencias de los titulares masculinos de sus respectivas dinastías las obligaron a tomar las riendas del poder y a asumir el protagonismo en la escena política y pública.
El hecho de que las mujeres gobernantes no contaran con una tradición iconográfica propia, como ocurría con sus homólogos masculinos, propició el desarrollo de estrategias de representación que las mostraran como líderes capaces de asumir responsabilidades políticas de primer orden.
Objeto prestigioso, perdurable y muy apropiado para difundir la imagen oficial, la medalla fue una de las soluciones de mayor éxito entre las adoptadas por las gobernantes del Renacimiento para construir y promover su imagen pública, legitimar su posición política y fortalecer su autoridad.
El proyecto se centra en las medallas comisionadas y realizadas por y para las mujeres de la Monarquía Hispánica, contando para ello con algunas de las más relevantes colecciones europeas. El MAN aporta su magnífico fondo de medallas del Renacimiento, el más importante conservado en España.