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Vaso de “los guerreros”. La heroización del difunto

Vaso de los guerreros Pulse para ampliar Vaso de los guerreros de Archena. Sala 11, vitrina 11.15

Protohistoria. Pueblos Ibéricos

Los iberos constituían un conjunto de pueblos regidos por una aristocracia militar fuertemente cohesionada por relaciones de dependencia y cuyas actividades exclusivas fueron la guerra y la caza. En el plano funerario, concedieron mucha importancia al ritual de la cremación del cadáver, cuya complejidad dependía de la posición social del difunto. Cuando éste era importante, la pira era alta y de buena madera. Sobre ella, se colocaba el cuerpo vestido para la ocasión y acompañado de sus objetos personales. A continuación, se procedía a la cremación. Durante ese proceso se arrojaban al fuego ofrendas y perfumes. Finalmente, se guardaban las cenizas en una urna, que se depositaba en la tumba junto al ajuar. En paralelo y junto a ésta, se celebraba el banquete ritual al que asistían familiares, amigos y clientes del difunto.

El llamado Vaso de Los Guerreros de Archena (Murcia) es un kálathos excepcional por las escenas que decoran sus paredes. Fue modelado a torno durante la segunda mitad del siglo III a.C. y utilizado como urna cineraria del guerrero que lo encargó, de ahí que las escenas tengan un sentido de exaltación del difunto. En ellas, se muestran escenas de lucha y caza: la lucha entre dos infantes armados con lanza, una escena de caza en la que un jinete persigue a dos jabalíes, y, en la última, un jinete atacando a un infante. En todas las escenas hay un protagonista reconocible: el difunto. Él es el vencedor en todos los episodios, que tienen un profundo sentido simbólico relacionado con el triunfo sobre la muerte y la heroización del guerrero por sus hazañas.

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