Sancti Petri, San Fernando (Cádiz). Cultura romana (Sala 20, Vitrina 2)
Las décadas de los 60 y los 70 se caracterizaron por la innovación y descubrimiento. Por primera vez los restauradores no tenían que utilizar los productos tradicionales sino que ahora contaban con unos materiales nuevos, muy versátiles, que prácticamente podían adaptarse a cualquier tratamiento: los plásticos.
También es una época en la que aumenta la comunicación de España con otros países, nos llegan la bibliografía y los avances que se producen en otros lugares. Y también los criterios intervencionistas anglosajones, según los que era necesario reconstruir los objetos lo más posible aunque no se dispusiera de los datos necesarios.
La estatua de Attis se trató en el Instituto de Conservación y Restauración en 1963, aplicando estos criterios y con las nuevas resinas plásticas, con las que se reconstruyeron totalmente las zonas perdidas y los pies. Tan solo la cabeza no fue rehecha, dada la falta absoluta de información sobre sus características. Se trata, por otro lado, de un trabajo de gran calidad técnica y que ha cumplido el objetivo fundamental de conservar perfectamente los metales inestables que constituyen la pieza.