Cuevas de Almanzora (Almería). Cultura púnica (Sala 15, Vitrina 5)
A finales del siglo XIX, Luis Siret emprendió nuevos trabajos arqueológicos en la necrópolis de Villaricos. Su estudio de los materiales implicaba en ocasiones la necesidad de restaurar algunas de las piezas, bien para poder estudiarlas mejor o bien para darles una mayor estabilidad. En esta labor participó también el restaurador Guillermo Gossé.
Son muchas las cerámicas que reconstruyeron con escayola, pintada o no, con el fin de recuperar las formas y poder así estudiarlas con mayor facilidad.
En el caso de los huevos de avestruz decorados hicieron muchas reconstrucciones usando escayola o tiras de cartón pegadas con adhesivo en la cara interna de la cáscara, a modo de reintegración volumétrica. Sobre la superficie de los huevos reconstruidos y con el fin de poder dibujarlos a tamaño natural, Siret hacía anotaciones (letras y números) que luego utilizaba como coordenadas en los dibujos, que realizaba siempre a lápiz negro y de colores; en ocasiones resaltaba con grafito los elementos decorativos para poder calcarlos.