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El áureo. Construir un Imperio

Sala 19, vitrina 1 Áureo de Augusto. ¿Colonia Patricia? (Córdoba), hacia 19 a.C. Oro. Pulse para ampliar Áureo de Augusto. ¿Colonia Patricia? (Córdoba), hacia 19 a.C. Oro.

La moneda es uno de los pilares del Imperio romano y una herramienta indispensable para su población. Salarios, impuestos, obras públicas y pagos de todo tipo se satisfacían con piezas acuñadas en oro, plata, latón o bronce: áureos, denarios, sestercios, dupondios o ases.

Producida en enormes cantidades y distribuida desde la capital a las provincias, es también uno de los más importantes instrumentos de propaganda del Estado. Junto al retrato del emperador desfilan las grandes construcciones públicas, victorias militares y alegorías de la buena marcha del gobierno, un programa de imágenes destinado a difundir la grandeza de Roma.

En lo más alto del sistema estaba el áureo de oro. Destinado a los grandes pagos y a las operaciones comerciales que traspasaban los límites del Imperio, tiene una conexión directa con Hispania, pues su acuñación masiva fue posible en buena parte gracias a la explotación de las minas de Las Médulas (León). Además, de forma excepcional, algunas emisiones se acuñaron en Colonia Patricia (Córdoba), Caesaraugusta (Zaragoza) y Tarraco (Tarragona).

El paso del tiempo trajo cambios. Durante el siglo III, las crisis encadenadas y las transformaciones económicas y sociales acabaron desacreditando las monedas en uso. El áureo fue sustituido por el sólido de oro, puente hacia el mundo altomedieval.

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