Esta escultura es famosa desde su hallazgo casual en La Alcudia de Elche (Alicante) en una cavidad hecha con losas y adosada a la muralla de la antigua ciudad ibérica. Se considera obra de un escultor griego o formado en talleres griegos y representa a una mujer, de facciones muy bellas e idealizadas, ricamente ataviada. En su complicado tocado destacan los rodetes metálicos, así como la tiara, el velo y la diadema adornada con cuentas. Su indumentaria se compone de manto, toga y túnica y se adorna con tres collares, probablemente de oro. En su espalda, presenta una cavidad cuya funcionalidad es aún discutida, como lo es su datación, composición escultórica e identidad. Así, no hay respuestas definitivas sobre si fue usada como urna cineraria, si se realizó a finales del siglo V a.C. o un poco después, o si originalmente fue un busto o un cuerpo completo posteriormente cortado. También hay dudas sobre si representa a una diosa, a una sacerdotisa o a una novia con las joyas de su dote, aunque la interpretación más aceptada es que se trata de una dama aristocrática divinizada por sus descendientes.