El sistro es un instrumento formado por un marco de bronce u otro metal en forma de herradura, con un mango para sostenerlo, y con varias varillas metálicas deslizables para chocar con el marco al ser agitado a modo de sonajero. De hecho, su nombre procede del vocablo griego seîstron, que significa “algo que se agita”. Además de producir sonido, ahuyentaba insectos y tenía valor protector, pues alejaba el mal. Se documenta su existencia desde el III milenio a.C., asociado a los cultos de diosas como Hathor e Isis. En la mitología egipcia, Ihy era el dios de la música. Su nombre significa el tocador de sistro y su música alegraba el corazón de los dioses.
En la cultura egipcia existieron otros instrumentos de percusión empleados para las ceremonias religiosas, como crótalos, palos, campanillas o tejoletas, alguna muy curiosa en forma de mano. Sin embargo, el instrumento musical con el que mejor se identifica al Antiguo Egipto, es el sistro, difundido posteriormente en el ámbito griego y latino gracias al culto a la diosa Isis. Generalmente, las sacerdotisas fueron las encargadas de tañer estos instrumentos en las ceremonias religiosas.