La tumba nº 155 es el enterramiento principal de la necrópolis ibérica de Baza (Granada) y es famosa porque en su interior fue hallada la escultura conocida como Dama de Baza, una urna cineraria antropomorfa de gran tamaño magistralmente tallada en piedra caliza en la primera mitad del siglo IV a.C. El descubrimiento de esta tumba, que se había conservado sellada y con el contexto arqueológico intacto, supone un antes y un después en el conocimiento de la historia de las mujeres iberas.
La presencia del ajuar presuntamente masculino que acompaña a la Dama, y que incluye varias panoplias de guerrero, indujo a los investigadores a pensar que era la tumba de un hombre. Posteriores estudios, entre ellos los de pequeños huesos calcinados mezclados con cenizas y conservados en una abertura lateral del trono, demostraron que la persona enterrada era una mujer.
Se constataba así la compatibilidad de la presencia de armamento en tumbas de mujeres, algo que tradicionalmente no se había tenido en consideración. Posiblemente, nos hallamos ante la fundadora de un linaje, que de este modo habría sido heroizada por sus descendientes como signo de la importancia y protagonismo que las mujeres desempeñaron en la sociedad ibérica. Por este motivo, quizá esta cultura ha legado mayor cantidad proporcional de imágenes femeninas.