La caída del Imperio romano de Occidente en el siglo V disgregará el territorio europeo y permite el asentamiento de grupos germanos y de otras procedencias.
En la Península Ibérica se instalan los visigodos, que constituyeron un extenso reino que asimilará muchos de los rasgos culturales hispanorromanos hasta desaparecer a comienzos del siglo VIII.Salto de línea