22 de enero-25 de mayo de 2025. Lugar: Jardín, Patio ibérico (Sala 12) y Patio romano (Sala 20)
Exposiciones temporales
HORARIO DE VISITA
Martes a sábado: 9:30 – 20:00Salto de línea Domingos y festivos: 9:30 – 15:00
Exposición gratuita con la entrada del Museo. Tarifas
Principios de marzo de 1895. Predio de Son Corró, Costitx, Mallorca. Un labriego, con la espalda quebrada de tanto trabajar a destajo, propone a su capataz mover unas rocas enormes para ampliar el terreno de siembra y así sacar mayor provecho de la tierra. Al atardecer, desplazadas las primeras piedras y cavado parte de la zona, la punta de la azada impacta contra un objeto metálico, seguido de la aparición de unos imponentes cuernos. Fue entonces cuando el labriego pronunció la frase crucial: Hem arribat a /'infern!* [¡hemos llegado al infierno!].
Aquel sonido metálico, fruto del extravío de la azada, es el origen de Caps [y] Bous. El tercer cuerno. Ese tercer cuerno -en este caso dorado- ha tardado ciento treinta años en crecer; es el lugar donde se han sedimentado las miradas, desde el primer golpe contra el metal, hasta hoy.
Los así llamados Bous de Costitx llevaban dos mil quinientos años sin existir, aunque alguna vez hubieran existido: idolatrados, protegidos, simbolizados e incluso enterrados. Representaban miedos, derrotas y alucinaciones, pero jamás tuvieron un cuerpo. Por ello, en ausencia de torso y extremidades los colgaban de muros, postes o eran apoyados sobre columnas. Podemos ver una versión de uno de los bous en el Patio norte del Museo, suspendido entre bloques de luz coagulada que brota de una torre infinita -o tal vez de un faro invertido- e ilumina su propio interior. La cabeza del toro incrustada en ese blanco es un gesto de afonía viril: una sonoridad exhausta, mate, más cercana a una vibración despojada de ilusión sonora, que al bramido. La torre de luz que sostiene en su interior el cap de bou con el tercer cuerno es imponente, pero se camufla en su blancura y ligereza visual propia de la modernidad tardía, en diálogo con los elementos pétreos, texturizados y pesados con los que colisiona: la torre del alma, el monumento funerario Pozo Moro, el prótomo íbero de carnero o la dama sedente acéfala.
Caps [y] Bous. El tercer cuerno es la metáfora que amplía la verdad del objeto hallado, y revela lo que le crece al objeto auratizado y musealizado cuando acumula tal infinidad de miradas que transforman su significado. De las excavaciones hasta las vitrinas y las peanas; de su origen mágico, práctico, decorativo o religioso -pero nunca estético-, hasta su contemplación en el presente. Todos los objetos que habitan el Museo Arqueológico Nacional adquieren su tercer cuerno invisible al adaptarse a la pérdida de su funcionalidad original. Su sentido se estabiliza y el pasado se despliega, transformándose en un documento sensible para los ojos. Es entonces cuando la exactitud de la forma, una vez desactivada su función originaria, puede descansar en sí misma y abrir la posibilidad de lo imprevisto.
El mundo se ha ido obturando hasta alcanzar una espesura infinita. Por eso hay que indagar de forma continua para llegar a conocerlo.
Esta exposición propone una nueva mirada que excava y va en busca de lo que está por aparecer. Excavar es quitar lo que impide ver lo que alguna vez hubo. Esta intervención en las salas y jardines del Museo Arqueológico Nacional desecha la idea de memoria entendida como un encadenado de secuencias que constituyen un pasado lineal, para convertirla en un conjunto de experiencias que se cruzan y se superponen. Es una memoria que siempre se reconstruye, porque transforma la vivencia mientras la recrea.
El Museo Arqueológico Nacional es el templo del fragmento: todo lo que hay está incompleto o, en cualquier caso, puede estar completo o completado, pero nunca a ningún objeto se le ha añadido algún elemento que no hubiese podido tener.
El tercer cuerno es un conjunto de resonancias, desbordamientos, ecos y fricciones que buscan repensar el MAN y edificar otra forma visible e inesperada para el público: un susurro al pasado, sin piedad, mínimo pero insistente.
* Clara Cassanyes García. fls Caps de Bou de Costitx. Ed. El Tall, Palma, Mallorca. 2022, pp. 44
ACTIVIDADES RELACIONADAS
Visitas guiadas
Recorrido que incluye las obras del artista, así como las obras del museo que inspiraron la instalación y con las que conecta.
Día: Miércoles (desde el 5 de febrero al 21 de mayo)
Hora: 18:30
Talleres creativos para familias con niñ@s (edad: de 6 a 11 años)
Tras explorar la instalación artística de Bernardí Roig, se invitará a los niños a que expresen su propia mirada creativa sobre algunas de las piezas del MAN. Así al igual que la mirada del artista mallorquín crea cuernos sobre toros o narices sobre bustos, la mirada de los más pequeños podrá dar alas a la Bicha de Balazote o al cuerpo de la Dama de Elche, con distintas técnicas de dibujo, pintura y collage, en nuestra sala de actividades.
Fechas: Sábados 15 de febrero, 12 y 26 de abril, 10 y 24 de mayo
Hora: 11:00
Masterclass con Bernardi Roig
Encuentros con estudiantes de Bellas Artes y de Bachillerato Artístico, donde el artista compartirá su proceso creativo detrás de la instalación y entrará en conversación con los participantes
Fechas por confirmar
Aforo: 40 plazas
+ Información próximamente
Acción artística
Performance en el Patio Ibérico, donde la música establecerá un diálogo único entre las obras contemporáneas de la instalación y las piezas arqueológicas del museo.
Fecha a confirmar
+ Información próximamente