Con el fin de completar y mejorar la colección existente, el Museo Arqueológico Nacional, como viene haciendo desde sus orígenes, mantiene una continua adquisición de bienes culturales.
Desde que en los años ochenta se transfirieron las competencias en materia de arqueología a las Comunidades Autónomas, el Museo dejó de ingresar materiales arqueológicos procedentes de excavaciones y hallazgos casuales y el incremento de fondos en los últimos años se ha producido por vía del mercado, con compras ocasionales, pero también por donaciones o daciones en pago de impuestos de particulares, lo que produce llamativos desequilibrios de unos a otros años.